Desmantelado el taller donde fabricaban las tarjetas de crédito falsas

La Policía Nacional desarticula una red internacional especializada en el phishing y la falsificación de tarjetas bancarias

En una compleja investigación en la que han participado el Servicio Secreto de EEUU, el Departamento de Policía de Nueva York, la oficina del Agregado de Interior de Rumanía en España y la Brigada de Delitos Monetarios

15 personas detenidas y siete registros practicados en la Comunidad de Madrid

Los perjudicados residen fuera de España y son clientes de entidades extranjeras

10-febrero-2009.- Agentes de Policía Nacional han desarticulado una organización internacional especializada en la falsificación de tarjetas de crédito, en estafas mediante phishing y en otros fraudes. Durante la operación han sido arrestadas quince personas y se han realizado siete registros en Madrid capital y las localidades madrileñas de Coslada, Torrejón y Valdilecha. También se ha logrado desmantelar el taller donde realizaban las tarjetas fraudulentas. Los perjudicados residen fuera de España y son clientes de entidades extranjeras.

La operación ha sido realizada por investigadores de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, que han contado con la colaboración de agentes del Servicio Secreto de EEUU, el Departamento de Policía de Nueva York, la oficina del Agregado de Interior de Rumanía en España y la Brigada de Delitos Monetarios.

Desarrollo de las investigaciones

El pasado mes de septiembre se detectó un aumento de compras efectuadas con tarjetas falsas en centros comerciales de la Comunidad de Madrid. Las primeras investigaciones se centraron en unos ciudadanos de origen rumano, residentes en la localidad madrileña de Coslada, que ya estaban siendo investigados por este tipo de delitos. En una fase posterior de las actuaciones los agentes pudieron comprobar que, efectivamente, los sospechosos llevaban a cabo todo tipo de estafas y fraudes. Una vez fueron identificados varios de los miembros de la red, se confirmó que los responsables de la misma eran de origen rumano y que se trataba de una organización muy bien estructurada y jerarquizada.

“Pasadores” españoles y hackers rusos y ucranianos

Uno de los miembros de la banda se ocupaba de “clonar” las tarjetas de crédito a partir de tarjetas sustraídas a sus propietarios, incluyendo en las copias los nombres de las personas que posteriormente se encargarían de realizar cargos en las mismas. Posteriormente, para realizar las compras con las tarjetas duplicadas, un miembro de la red contrataba a españoles. Estos recibían las tarjetas falsas en las que figuraban sus nombres rotulados pero con los datos de los perjudicados en las bandas magnéticas, a quienes cargaban las compras efectuadas.

Para obtener los datos de las tarjetas, los responsables de la organización desmantelada recurrían a hackers rusos y ucranianos, auténticos expertos en la obtención de datos personales en Internet mediante phishing y otras técnicas de fraude electrónico. La obtención de los datos bancarios en la Red explica que, a pesar de que las compras se realizaron en nuestro país los perjudicados fueran clientes de entidades extranjeras y residentes fuera de España.

Otra de las modalidades delictivas desarrolladas por esta organización consistía en la apertura de cuentas en las que ingresaban dinero obtenido también mediante phishing. Los colaboradores españoles “contratados” abrían las cuentas y después facilitaban libretas y tarjetas a los estafadores de origen rumano para que extrajeran el dinero procedente de transferencias fraudulentas.

Finalmente, se ha podido comprobar que los arrestados también se dedicaban a solicitar préstamos bancarios con datos falsos, con la evidente intención de no devolver el importe de los mismos. Cuando las entidades bancarias trataban de localizar a los morosos, se encontraban con la desagradable sorpresa de que no existían.

En los registros domiciliarios practicados, los agentes han intervenido los siguientes efectos:

- 260 tarjetas de crédito falsas.
- Una impresora de tarjetas.
- Tres impresoras convencionales.
- Tres grabadores de tarjetas.
- Ocho ordenadores portátiles.
-Numerosa documentación con datos de transferencias y numeraciones de tarjetas.
- Una pistola de fogueo.
- Una pistola simulada.
- Permisos falsos de conducir de Rumanía.
- Una tarjeta falsa de identidad rumana.
- Un pasaporte falso.
- 60 perfumes envasados y con precinto.
- Prendas de ropa con etiquetas.
- Consolas de videojuegos y cámaras fotográficas.